Cazador

Hay momentos en que la naturaleza te da regalos y este fue uno de ellos. El mes pasado realice un viaje muy esperado para mí, 20 años de espera se transformaron en realidad, viajar a Torres del Paine. Desde que era estudiante quería ir pero por algún motivo u otro no podía. Finalmente todo llega a su fin y el mes pasado conocí este maravilloso lugar. Pero no sin sorpresas… contratamos un guía y por 5 días recorrimos la zona buscando pumas, lo logramos ver todos los días, algunos días más cerca, otros días más lejos. El guía siempre nos enseño el respeto por el animal y mantener nuestra distancia. Luego esos días de puma se acabaron y vinieron gratos días de paisajes, pero cuando la luz era mala salíamos a recorrer el parque. En nuestro segundo día de recorrer nos toco ver algo que para mí ha sido el momento más impactante que me ha tocado ver… y fotografiar. Recorriendo el sendero de Sarmiento los turistas de salida nos informan que hay un puma, nos acercamos poco a poco hasta que vemos 2 argentinos cerca del sendero y nos indican la presencia del gatito, este “duerme” plácidamente. Fabian Barrueto me dice, “este animal no duerme, mira la pose… quiere cazar”. Esto no lo teníamos planeado, normalmente caza del atardecer o de noche, pero nuestro guía (Roberto Donoso) nos indica que el puma aprovecha las oportunidades. Son las 2:00 PM. Claro, un grupo de guanacos se acercaba lentamente. Sabíamos lo que iba a ocurrir y queríamos el mejor ángulo para lograr capturar el momento… ¿pero a que costo?, donde estábamos nos interponíamos en el trayecto de los guanacos, teníamos el mejor ángulo pero si seguíamos ahí la presa no se acercaría a la distancia necesaria. Entonces se tomo la decisión, “dejemos que el puma coma”, eso es mucho más importante que la foto. Logramos convencer a los dos argentinos que nos alejáramos lo suficiente y dejar que los guanacos avances, perdíamos ángulo e incluso ya no veíamos al puma tras la loma, pero es mejor tener malas fotos de una cacería