Alta, muy alta...y con las generaciones compañeras que se fueron.

..."pirámide vegetal viviente", como la llamó Pablo Neruda. Altiva mira desde las alturas robando primero la luz del dosel. Crece sin apuro alguno, lento y paciente, compitiendo con su compañero El Coihue, al cual finalmente vencerá. Ha visto pasar el tiempo, y quizás cuanta historia. Ha sido testigo de muchas generaciones, de diferentes comunidades que le han acompañado; se ha despedido de ellas en silencio y con altiva resignación, y ha permanecido como testigo de cientos de amaneceres y ocasos distintos. Y en su mudo silencio solo nos puede contar todo en las huellas de su añoso y cuarteado fuste. Un día se vendrá al suelo estrepitosamente, con un vuelo descendente, mortal, rápido y pesado, y la tierra retumbando avisará que un gigante generoso a ella retornó, y que como madre, generosa y cariñosa, reclamará de el lo que durante caso dos mil años prestado le entregó, pues nuevos ciclos y a otras generaciones tendrá que sustentar GRACIAS SIEMPRE POR SUS COMENTARIOS Y DIFERENTES CONSIDERACIONES CON QUE UDS. DISTINGUEN MIS IMÁGENES ESTIMADOS AMIGOS Y FOTOFRATERNOS.