Dos perros con una cabeza y su presa.

Perros salvajes africanos (Lycaon Pictus) devorando un impala que antes habia cazado un solitario leopardo, el que no alcanzó a subirlo a un arbol para evitar los comensales. Se alinearon de manera que la cabeza de uno de ellos no es tan evidente a primera vista... La primera vez que se ven escenas como estas sin duda impacta, uno tiende siempre a ponerse en lugar de las víctimas y da pena, especialmente porque los mas débiles siempre son los mas perseguidos. Al acercarse, los animales no se inmutan, e impactan los ruidos de los huesos quebrandose, el olor intenso a sangre y los protagonistas peleando entre ellos por obtener la mejor parte. Después es algo que se ve con mas frecuencia y ayuda a entender que es la ley de los animales que lamentablemente parece ser la principal fuente de inspiración de las normas que rigen hoy a gran parte de nuestra humanidad.